Miles de píldoras llenas de carne humana en polvo fueron descubiertas por los funcionarios de aduanas en Corea del Sur. Las cápsulas tienen una gran demanda porque son vistas como un medicamento que lo “cura todo”.
La práctica comercial se ejecuta desde China, donde personal médico corrupto avisa a las compañías médicas cuando los bebés son abortados o nacen muertos.
Los cadáveres luego son comprados, almacenados en refrigeradores domésticos en los hogares de las personas involucradas en el comercio, antes de ser retirados y llevados a las clínicas donde se colocan en microondas médicos de secado.
Los funcionarios chinos están al tanto de la operación y han tratado de detener las cápsulas que se exportan por vías ilegales, pero miles de paquetes fueron introducidos de contrabando a través de Corea del Sur.
Hay una enorme demanda de remedios alternativos chinos, que incluso incluye pulverizar cuernos de rinoceronte.
Los chinos históricamente han consumido placentas humanas para mejorar el suministro de sangre y la circulación.
En este contexto, las autoridades de salud en Asia están preocupadas por la venta de las píldoras de carne de bebé en internet, donde mucha gente enferma cree realmente que son un remedio que lo cura todo, lo que podría aumentar enormemente la demanda.
Pruebas llevadas a cabo en las píldoras confirmaron que las mismas estaban compuestas al menos en un 99,7 por ciento de restos humanos.
Las pruebas incluso determinaron el género de los bebés utilizados.
Hay una enorme demanda de las píldoras que se cree mejora el sistema inmunológico ante las enfermedades. Sin embargo, en realidad, las cápsulas de carne humana contienen ingredientes dañinos como bacterias y otros agentes nocivos.
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