sábado, 7 de julio de 2012

Un bebé que nació por cesárea en los EEUU, salió con el saco amniótico intacto, algo poco común en un parto.



Los médicos quedaron estupefactos cuando intentaron sacar al bebé de la panza de la madre y advirtieron que nunca se había roto la bolsa.
Sin dudar, tomaron una cámara y obtuvieron esta imagen que por estas horas recorre el mundo.
El saco amniótico se forma entre el octavo y noveno día de la fecundación y es básicamente la cubierta de dos membranas que cubre al embrión. La membrana interna llamada amnios contiene el líquido amniótico y el feto en su interior.
Entre otras cosas, el liquido amniótico protege al bebé de golpes externos y es clave para el desarrollo de los pulmones. A su vez, permite el movimiento libre del feto y el desarrollo musculo esquelético simétrico.

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