Renzo padecía una miocardiopatía congénita y había sido operado hace dos meses, tras conseguir un órgano que le fue implantado en su cuerpo.
La adaptación del nuevo corazón fue difícil y lenta. En las últimas semanas había tenido otros problemas de salud como reiterados paros cardíacos.
Renzo luchó junto a sus padres hasta el último minuto, pero su maltratado cuerpito no pudo más este viernes 2 de agosto, a dos meses de haber sido trasplantado en el hospital Garragan.
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