jueves, 11 de octubre de 2012

James «Jamie» Brown, el magnate del ladrillo natural de Glasgow, acumuló una jugosa fortuna gracias a las especulaciones inmobiliarias, pero el dinero lejos de traerle felicidad, lo sumergió en una terrible adicción a la cocaína que le destruyó la nariz.



Brown hoy de 36 años, tiene incluso cargos en su contra por haber sido arrestado con un paquete de cocaína valuada en 200 mil euros, cuando manejaba su auto de lujo, un Bentley descapotable, por Gales. La droga estaba escondida entre el sistema de ventilación y el mecanismo de la capota.
Además, la policía encontró en la habitación de lujo en la cual se hospedada, armas y más cocaína. El arresto ocurrió el mes pasado y una fotografía de su ficha policial, lo muestra con la nariz destruida.
Brown hizo dinero rápidamente y decidió retirarse para disfrutarlo. Se instaló en Portugal y adquirió una terrible adicción a las drogas que lo volvió paranoico, obsesionándose por su seguridad. Financió la adquisición de cocaína con su fortuna y con dinero proveniente de actividades vinculadas al delito.

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