jueves, 3 de abril de 2014

El diagnóstico del cáncer llega como un balde de agua fría y con él las dudas, los miedos y la búsqueda comienzan.

opinión

 Pacientes y familiares empiezan a consultar todo lo que cae en sus manos sobre la enfermedad y en éste período es cuando entran los mitos, leyendas y confusiones que, por repetición, van quedando en nuestros pensamientos como si de una verdad se tratara. Por eso, es importante recibir la información en el sitio adecuado y poder hablar con expertos.

Hay un terreno muy amplio entre mitos y realidades. Lo cierto es que hay mucha desinformación Para evitar errores o falsas ideas, la información de salud debe centrarse en datos avalados por la ciencia.

Realizar ejercicio moderado: Se han publicado más de 300 estudios epidemiológicos que constatan que el ejercicio moderado disminuye el riesgo de cáncer. En los tumores de mama un 25% y, si el cáncer ya se ha desarrollado, reduce el riesgo de muerte por esta enfermedad un 50%. No se trata de hacer un deporte intenso, de hecho, hacer deporte de elite está contraindicado tras un diagnóstico de cáncer de mama, sino de practicar entre 150 y 180 minutos por semana, repartidos entre tres y seis días, de una actividad física moderada, como caminar, nadar, etc. El ejercicio ayuda a disminuir el estrés oxidativo, la inflamación sistémica y aumenta la respuesta inmune. Además, contribuye a reducir la fatiga, que se da entre el 70 y el 100% de las pacientes.

Herencia: Otro mito que se extiende por múltiples informaciones es la herencia del cáncer. El cáncer no se hereda, sino que se hereda un mayor riesgo a sufrirlo. Hay que tener en cuenta que esa mayor predisposición sólo se da en el 10% de todas las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama. Sólo un grupo de mujeres son las que podrían beneficiarse de hacerse un análisis genético para saber si presentan una mutación en los genes BRCA1 y BRCA2, porque esa alteración supondría un mayor riesgo de sufrir este tumor. Los criterios para llevar a cabo este análisis deben ser: · tener dos o más casos de cáncer de mama y/o ovario en la misma línea familiar · haber sufrido cáncer de mama a una edad joven (por debajo de los 50 años) · que sea un varón el afectado por este tumor o que la mujer haya tenido un cáncer de mama bilateral antes de los 50 años. · entre otros requisitos.

Las novedades en los canceres metastáticos son actualmente las diversas clases de quimioterápicos en terapia o en combinación y nuestro objetivo, es que sean lo más eficaces posible y con la menor toxicidad. Se trata de convertir éste cáncer en una enfermedad crónica.

El cuidado estético: Hay otras herramientas, además del ejercicio, para aumentar la autoestima de la paciente. Una de ellas es el cuidado estético durante la enfermedad. Es importante dar a conocer los efectos que pueden aparecer con los tratamientos contra el cáncer, estar informados nos va a reducir la ansiedad y las complicaciones. Entre otros efectos, los fármacos quimioterápicos pueden provocar sequedad de piel y mucosas, afectación de las uñas, erupciones similares al acné juvenil o picor. Para contrarrestar y prevenir estos efectos, se aconseja mantener una buena limpieza e hidratación de la piel, que aliviará los síntomas y evitará infecciones. Hay que evitar el sudor y la ansiedad para prevenir el prurito, los jabones con pH 5,5 y las cremas sin perfumes son útiles para mejorar la sequedad.

Es importante un refuerzo del buen estado de ánimo que hay que tener para luchar contra esta enfermedad.

Por la Dra. Marcela Polizzi 
MP 63.171 
Especialista en Oncología y Directora de Fundación – Centro Médico OncoSalud.

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