Una veintena de personas esperaban ser atendidas pero la demora se extendía. En la sala de espera los pacientes comenzaron a escuchar gemidos, y en un principio todos pensaron que se asistía a alguien con mucho dolor.
Pero luego, las personas advirtieron que se trataban de gemidos de placer y los vidrios comenzaron a vibrar. Entonces, el padre de un niño decidió actuar y abrió la puerta del consultorio.
Allí, encontró al médico de 32 años y a la enfermera de 42, completamente desnudos y en pleno acto sexual, informó El Tribuno.
Inmediatamente, llamaron al 911 y un grupo de oficiales de la policía se presentó en el lugar y fueron denunciados por “incumplimiento de funcionario público”.
La enfermera quiso dar una explicación bastante inverosímil al decir que “el médico le estaba aplicando una inyección”.
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