Dos años antes, había tenido el implante dental, un tornillo de metal 2cm de largo que se utiliza para sostener un diente falso en su lugar y se inserta en la mandíbula superior.
Le hacen una tomografía computarizada y reveló que el tornillo había emigrado a sus senos nasales.
Desde hacía dos años sufría de los dolores y su cara se inflamaba, al explicar sus síntomas, el médico lo relaciona con la colocación de un implante dental en la mandíbula superior.
En la primera exploración descubren que no había implante en el lugar donde debía estar.
Según publicó la revista especializada The New England Journal Medicine: Un TAC reveló que el tornillo metálico que sostenía el diente postizo se había desplazado hacía arriba, encajándose en uno de los senos nasales próximo a un ojo.
La mujer fue sometida a una cirugía maxilofacial para extraerle el tornillo metálico y a partir de la operación desaparecieron los dolores y la inflamación.
Los estudios demostraron que no habían quedado secuelas en su seno nasal y que este había vuelto a la normalidad tras la retirada del objeto.
Los médicos consideran que el problema pudo ocurrir como resultado de la colocación incorrecta del implante en la mandíbula.
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