Como muestra el video adjunto, los jóvenes colocan sal sobre sus extremidades, luego hielo y presionan hasta que los tejidos se desintegran y solo queda un hueco.
Lo alarmante de esta práctica es que las lesiones son irreversibles, dejando cicatrices que no pueden ser reparadas.
La sal reduce la temperatura de congelación del hielo dramáticamente hasta los 17 grados bajo cero produciendo serias quemaduras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario