viernes, 13 de febrero de 2015

El verde y la salud.

Al pensar en una institución médica de rehabilitación se corporiza la imagen de un edificio grande, con poca luz y sin espacio verde. Sin embargo, hay cada vez más trabajos y estudios que relacionan la recuperación funcional precoz con entornos que incluyan espacios verdes y piletas terapéuticas.

Si usted tuviera que hacer rehabilitación física, ¿preferiría hacerla en un espacio cerrado, parecido a un hospital tradicional, o elegiría trabajar al aire libre, rodeado de verde, flores, árboles y aves? ¿Y si a eso le sumara la posibilidad de rehabilitarse en una pileta, escapando del calor característico de esta época del año?

El sentido común indica que la mayoría preferirá el espacio verde y la pileta. Pero lo más importante es que, independientemente de las preferencias, hay estudios que afirman lo que durante muchos años fue solo una sospecha: tanto los espacios verdes como la “pileta terapéutica” pueden acortar los tiempos de rehabilitación física y mejorar el estado general de los pacientes. Por esa razón, muchos autores alientan a que los hospitales y demás instituciones médicas cuenten con este tipo de espacios.

Respecto de la “piscina terapéutica”, la Dra. Miriam Weinberg, Directora de Rehabilitación del Centro Hirsch, explica que “uno de los procedimientos que se aplican en los programas de rehabilitación es el ejercicio terapéutico; esto es, la indicación de un movimiento corporal con un formato planificado. Los objetivos son corregir un deterioro articular o muscular, recuperar un déficit funcional, facilitar desplazamientos y promover la flexibilidad articular y el adecuado balance del cuerpo. Para alcanzar estas metas, un gran aliado es el ejercicio y los movimientos en el agua, como lo demuestran las clínicas de rehabilitación más avanzadas del mundo que utilizan la hidroterapia y la llamada “piscina terapéutica” por sus cuantiosos beneficios en sus pacientes, entre ellos, la sensación subjetiva de bienestar”.

Lo que sucede es que, en el agua, se aceleran notablemente los tiempos de rehabilitación, ya que se ven facilitadas la movilidad, la flexibilidad general, el control postural, y se manifiesta sensación de bienestar. “Los pacientes experimentan que pueden moverse fácilmente y logran iniciar, por ejemplo, la marcha en el agua antes que en el gimnasio, lo que los motiva muchísimo para conectarse con su tratamiento de rehabilitación”, explica la Dra. Miriam Weinberg

Respecto a los usos de la hidroterapia, la profesional detalla que “en nuestro centro, la hidroterapia se realiza en forma complementaria dentro de los programas de rehabilitación integral, los cuales son personalizados para cada paciente. Actualmente utilizamos este tratamiento en pacientes internados con lesiones medulares, secuelas de ACV, secuelas neurológicas y de politraumas, y en los que concurren a rehabilitar en forma ambulatoria”.

Espacios verdes, muy importantes y efectivos En lo que refiere a los jardines terapéuticos y espacios verdes, se destacan algunos aspectos que los explican

1) La naturaleza restaura los centros emocionales en el sistema límbico del cerebro, evocando respuestas biológicas confortantes. En este ambiente familiar y natural la relajación es promovida con un destacado resultado

2) El verdor sostiene las funciones cognitivas, limitando una estimulación excesiva, y la necesidad de constante atención, permitiendo que uno mismo desarrolle su atención a sí mismo.

En definitiva, los espacios verdes son diseñados específicamente para traer confort y beneficios físicos, psicológicos y sociales para los usuarios y visitantes. Allí pueden desarrollarse distintas actividades: huerta orgánica, plantaciones, avistaje de pájaros y plantas, lectura, entre otras actividades.

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