miércoles, 3 de abril de 2013

Según el cirujano Jacobo Silva, del Departamento de Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, “El uso de técnicas mínimamente invasivas es cada vez más habitual en los quirófanos y poco a poco comienza a aplicarse también en operaciones de corazón, donde además de reducir las cicatrices también puede servir para acortar el tiempo de recuperación de los pacientes”.



El cirujano explicó  en declaraciones a Europa Press que: “el uso de la cirugía cardiaca mininvasiva permite reducir e incluso evitar  la esternotomía completa, como se conoce al corte completo y separación del esternón, la incisión habitual en operaciones de corazón”.
“De este modo, en lugar de realizar una incisión de entre 20 y 25 centímetros puede haber casos en los que sea suficiente con una incisión de apenas siete centímetros”.
“Una vez realizada la incisión, se usan cámaras endoscópicas que ayudan a mejorar la visión y en un último paso también se puede usar un robot controlado por cirujano”.
“Para la reparación de la válvula mitral en una chica joven, basta con una incisión debajo del surco mamario. Y la chica se va a poder poner incluso bikini sin que se note su cicatriz”.
Silva reconoce que: “potencialmente se podría aplicar a entre el 50 y 60 por ciento de las operaciones de corazón, ya que es posible realizar sustituciones valvulares, bypass coronarios e incluso tratar algunos tumores o cardiopatías congénitas”.
“Sin embargo, en España apenas se utiliza en un 3 por ciento de las operaciones de corazón y en los países donde ya está más extendido su uso, como Estados Unidos, Francia o Alemania, su uso representa entre el 10 y 15 por ciento del total de estas intervenciones”.
El especialista  tiene claro que: “se trata de una alternativa con enormes beneficios, y no sólo estéticos”.
“También se reduce el tiempo de recuperación, un paciente suele irse a casa a los 7 días, con esta técnica puede hacerlo tras 4 o 5 días. De igual modo, la incorporación al trabajo también es menor dependiendo de la intervención realizada”.
“El esfuerzo económico se compensa con la estancia postoperatoria y hospitalaria”.
“En la sanidad pública debemos buscar ideas en esta época de crisis para mejorar la eficiencia, y con esta técnica reducimos la estancia con un coste muy similar y conseguimos que el paciente se incorpore antes a su actividad habitual”.
Silva, desde la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) a la que pertenece explicó que: “ya se ha planteado la posibilidad de crear cursos formativos para que los cirujanos cardiovasculares puedan ampliar el uso de esta técnica”.

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