Durante el estudio, sobre 100 viviendas, descubrieron que: “hasta una tercera parte de la humedad era causada por el secado de ropa lavada”.
Según los autores de la investigación: “Esta humedad fue vinculada a la formación de esporas de moho y ácaros del polvo que pueden ser un riesgo para la salud”.
“Necesitamos estar más conscientes del impacto de esta acción aparentemente inocua, y quienes construyen viviendas necesitan solucionar este problema”.
Además explicaron que: “Se analizó los hábitos de secado de ropa en una amplia zona demográfica de Escocia con una mezcla de residentes. Y se llevaron a cabo análisis detallados de la calidad del aire y el consumo de energía vinculados a los hábitos de secado de ropa”.
Y se encontró que: “en 87% de las viviendas se secaba la ropa lavada en el interior durante los meses más fríos”.
Rosalie Menon, una de las investigadoras, afirmó que: “la población no es consciente de cuánta humedad libera esta ropa en el aire”.
Rosalie Menon, una de las investigadoras, afirmó que: “la población no es consciente de cuánta humedad libera esta ropa en el aire”.
“Al visitar los hogares encontramos que estaban secando su ropa en la sala o en sus habitaciones”.
“Algunas personas literalmente habían decorado la casa con ropa para secar. Pero con sólo una carga de lavadora se emitirán dos litros de agua”.
“Algunas personas literalmente habían decorado la casa con ropa para secar. Pero con sólo una carga de lavadora se emitirán dos litros de agua”.
“Sobre un total de 75% de las viviendas estudiadas, construidas en estilos variados, tenían niveles de humedad que pueden conducir al desarrollo de ácaros del polvo”.
“También se encontró una fuerte asociación entre el secado de ropa y la formación de esporas de moho”.
“Se descubrió que una espora en particular, que se sabe que causa infecciones pulmonares en personas con sistemas inmunes debilitados, estaba presente en 25% de los hogares analizados”.
Esta investigación, fue financiada por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas, y es la primera que sigue un registro de las implicaciones del secado pasivo de ropa dentro de los hogares.
Todos los tipos de casas investigadas no tenían un espacio adecuado para secar ropa.
Los investigadores piden que: “las nuevas viviendas se construyan con áreas especiales dedicadas al secado de ropa para evitar problemas de salud”.
Según la Menon: “estos espacios deben tener calefacción y ventilación independiente. Es casi como volver a incluir los armarios para ventilar ropa que solían verse en casas más antiguas”.
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