Fuerte recorte de gastos de salud en Córdoba.

LA CORDOBA de DE LA SOTA

(AW) Hace varios años que el Gobierno de Córdoba, viene recortando gastos en salud, según el   CIPPES (Centro de Investigaciones participativas en Políticas Económicas y Sociales), el gasto en el rubro remedios es inferior al 2013 en números reales y mas bajo aún si tenemos en cuenta la alta inflación   de este último periodo. En un año difícil para las finanzas provinciales, el informe de ejecución presupuestaria a mitad de año muestra datos que preocupan acerca de los recursos destinados a la salud pública en la Provincia de Córdoba.        Los datos no sólo dan cuenta de una tendencia decreciente en el gasto en bienes de consumo en los últimos años, sino que también muestran un importanteajuste en dicha partida en el corriente año, lo cual invita a discutir cuáles son las prioridades de las políticas públicas de la Provincia a largo plazo como así también en vistas a transitar este período de crecientes dificultades fiscales.        La partida “Bienes de consumo” hace referencia casi en su totalidad a productos medicinales y farmacéuticos (éstos representan el 94% de la partida en el presupuesto 2014), esenciales para la prestación del servicio de salud. Es, después de personal y junto a servicios no personales, la principal partida de gasto del Ministerio de Salud y en general del gasto en salud que realiza la provincia.        En la ejecución al 30 de Junio de 2014 se informa que a esa fecha el Ministerio de Salud había ejecutado $219,4 millones de la partida “Bienes de consumo”, un 6% menos en términos nominales de lo que se llevaba ejecutado en la misma fecha del año pasado ($234,3 millones).        Respecto al gasto total proyectado para el 2014, estimamos que el gasto en esta partida podría ubicarse entre los $397,3 y los $520,8 millones, lo cual implicaría una disminución nominal de entre el 1% y el 25% respecto a lo gastado en 2013 ($528,5 millones).        Más grave aún, el 2014 es el año con mayores registros de inflación desde que se inició el actual proceso inflacionario en nuestro país, por lo cual bajo cualquiera de los escenarios planteados estaríamos en presencia de un importante ajuste en términosreales para el año en curso.        Si se estima una inflación del 40% para el corriente año, el ajuste en productos medicinales y farmacéuticos se ubicaría entre el 30% y el 46% en términos reales en comparación con lo gastado en 2013.        De esta forma, según las proyecciones realizadas para el 2014, se gastaría entre$219,2 y $342,7 millones menos que lo necesario para que el gasto del 2014 iguale al gasto realizado en 2013 en términos reales.        Si bien la magnitud del ajuste en la salud pública se debe en gran parte a la actual coyuntura fiscal, el análisis del Presupuesto 2014 indicaría que también ha habido una política premeditada en este sentido. Esto se evidencia si constatamos que dicho presupuesto ya preveía asignar a la partida $537 millones, tan sólo un 2% más que lo que se había gastado en 2013. Adicionalmente, el 30 de junio de 2014 se reasignó el presupuesto para el año y se redujo a $496 millones, un 6% menos que lo que se gastó en 2013.        Además, si se realiza un análisis histórico del gasto en bienes de consumo, se observa que el ajuste que se estima para el 2014 consolida una tendencia decreciente que se registra desde el año 2009, con una disminución promedio anual del 4% en términosreales.        Si relacionamos el gasto diario en productos medicinales y farmacéuticos por cada empleado público de salud, tenemos que en 2009 se gastaron, a precios de 2013, $181 diarios en medicamentos y productos farmacéuticos por cada agente de salud (9.428 agentes en total). Como consecuencia del proceso de ajuste y del incremento en el número de agentes, tenemos que en el 2014 dicho indicador podría ubicarse entre $65 y $85 diarios por agente. Si tomamos el gasto en productos medicinales y farmacéuticos del Presupuesto 2014 dicha relación disminuyó a $88 diarios por agente (11.969 agentes en total).       Si bien la compra de medicamentos e insumos hospitalarios es algo que puede variar año a año dependiendo de las fluctuaciones en la demanda y del tipo de prestaciones realizadas, la magnitud de la caída estimada (entre 30% y 46% en términos reales) alerta sobre un importante ajuste en una partida de gasto imprescindible para las personas en mayor situación de pobreza y vulnerabilidad, que dependen del servicio público de salud para su atención médica.